Muchas veces gastamos de más o compramos cosas que no necesitamos, y cuando esto sucede, usamos un talento especial: inventamos justificaciones de por qué gastar está bien.
Estas situaciones son como la comida rápida: es lo más fácil en caso de apuros y te hace sentir bien en el momento, pero luego te sientes fatal y además es mala para tu salud a largo plazo (en este caso tu salud financiera).
Pero… ¿Por qué tenemos esta tendencia de usar justificaciones? Simple. Nuestro cerebro conoce nuestras metas y capacidades financieras, y cuando hacemos algo en contra de eso, nos sentimos intranquilos. Un ejemplo: Ves unas zapatillas carísimas que te encantan, y no quieres sentirte mal por comprártelas, entonces te dices a ti misma: las necesito para el trabajo porque tengo que verme más profesional y ¡Boom! Cerebro racional aprobado.
Los humanos somos criaturas en constante busca de sentido y eso no tiene nada de malo. Sólo que se vuelve contra producente cuando buscamos razones que no son congruentes y van en contra de nuestras metas a largo plazo, como comprarte ese abrigo que sabes en el fondo que no necesitas.
El primer paso, como en muchas cosas, es reconocer que existe un problema, así que para que sepas si sueles justificar tus compras aquí te dejamos las justificaciones para gastar más comunes:
1 comentario
Scarlet · junio 3, 2021 a las 8:04 pm
Super interesante el post!!!