5 justificaciones que usamos para gastar

Publicado por arborfintech en

Muchas veces gastamos de más o compramos cosas que no necesitamos, y cuando esto sucede, usamos un talento especial: inventamos justificaciones de por qué gastar está bien.

Estas situaciones son como la comida rápida: es lo más fácil en caso de apuros y te hace sentir bien en el momento, pero luego te sientes fatal y además es mala para tu salud a largo plazo (en este caso tu salud financiera).

Pero… ¿Por qué tenemos esta tendencia de usar justificaciones? Simple. Nuestro cerebro conoce nuestras metas y capacidades financieras, y cuando hacemos algo en contra de eso, nos sentimos intranquilos. Un ejemplo: Ves unas zapatillas carísimas que te encantan, y no quieres sentirte mal por comprártelas, entonces te dices a ti misma: las necesito para el trabajo porque tengo que verme más profesional y ¡Boom! Cerebro racional aprobado.

Los humanos somos criaturas en constante busca de sentido y eso no tiene nada de malo. Sólo que se vuelve contra producente cuando buscamos razones que no son congruentes y van en contra de nuestras metas a largo plazo, como comprarte ese abrigo que sabes en el fondo que no necesitas.

El primer paso, como en muchas cosas, es reconocer que existe un problema, así que para que sepas si sueles justificar tus compras aquí te dejamos las justificaciones para gastar más comunes:

Persona preocupada por las deudas.

1. ¡Trabajo duro, me lo merezco!

Claro que trabajas duro. Pero ¿Y si usas esas justificaciones al revés? Como trabajas duro para obtener lo que tienes, lo valoras y lo cuidas. Aprende a guardar tu dinero a veces en lugar de comprar algo innecesario y date crédito por ello.Además, el dinero usado más efectivamente para hacernos felices son las experiencias, pasar tiempo con la gente que queremos y la libertad de no tener que hacer las cosas que odiamos (que muchas veces no tienen que ver con las cosas en las que gastamos). Claro, recompénsate a ti mismo, pero sobre todo asegúrate que te recompensarás en un sentido más de largo plazo y que signifique algo para ti.

¿Qué puede ser más satisfactorio que una cuenta de ahorros que te permita tomar las decisiones de vida que deseas?

2. Es por una buena causa.

No faltan buenas causas en este mundo listas y dispuestas a aceptar todas tus donaciones. Pero en este caso es bueno utilizar el viejo consejo de la máscara de oxígeno: coloque la suya primero antes de ayudar a otra persona, insistiendo en que sólo es seguro dar cuando tus propias necesidades financieras están cubiertas.

Hay estudios que indican que gastar en otros de verdad nos hace más felices, pero no debemos añadirnos un extra-estrés si no podemos permitírnoslo en el momento o aquello nos va a causar algún tipo de conflicto. Al final, nuestro bienestar financiero también es una causa que vale la pena.

3. Se lo debo.

Nada es más poderoso que la reciprocidad, y eso se demuestra cuando nos quedamos con débitos y créditos mentales de a quién debemos y quien sentimos que nos debe y actuamos de acuerdo a eso. Y a veces sin notarlo, empezamos a usar el dinero como un indicador con otras personas.

Si alguien te pagó la cena dos veces seguidas, probablemente te sientas obligado a pagar la próxima cena. Mientras eso es genial para la justicia y la armonía social, puede llevar a que gastes más de lo que puedes o deberías.

Esto, aunque es correcto, se puede resolver de otras maneras para “pagar de vuelta” como ofrecerte a ayudar con un proyecto, llevar a un amigo a algún lado o hacer cualquier otra cosa esa persona podría agradecer.

Incluso puedes cocinar algo para tu amigo que te costará mucho menos que salir a cenar y probablemente lo agradecerá más.

Persona preocupada por las deudas.

4.Tuve un pésimo (o excelente) día.

Si eres como yo, cualquiera funciona: ya sea si es típico día en el que todo te sale mal o si quieres celebrar un día que saliste victorioso. Obviamente hay excepciones, pero puedes deshacerte de esta excusa pensando en las cosas que de verdad te ponen feliz y te darás cuenta que muchas veces esas cosas son gratis.

Puedes hacer una lista de cosas gratis (o casi) que te hacen sentir genial para los buenos y malos días: una visita de un amigo, tiempo a solas para relajarte, ver tu peli favorita… Se trata de tener alternativas para que no te sientas fatal después de dejar que tus emociones tomen el control de tu cartera.

5. Ahorraré cuando gane más.

Oh oh… esto suena tan familiar y peligroso. Lo que realmente hacemos al pensar esto es postergar algo importante y sabotear los resultados que queremos. El hecho es que, ahorrar e invertir son como músculos, si no los trabajas se pierden. Si no estás acostumbrado a ahorrar una porción de tus ingresos, ¿De verdad esperas que espontáneamente en el futuro lo empieces a hacer? Hm…Si ahora mismo empiezas a separar aunque sea una cantidad diminuta de tu dinero para ahorrarlo, puede hacer una gran diferencia en el futuro, no sólo por el dinero que tendrás ahorrado, si no que te harás la costumbre (que suele ser lo más difícil).

En situaciones en que gastos irregulares están involucrados es importante evaluar qué es importante para nosotros y si las decisiones que estamos tomando van acorde con nuestros objetivos. Es como si te pusieras el pie a ti mismo.

Categorías: Arbor

1 comentario

Scarlet · junio 3, 2021 a las 8:04 pm

Super interesante el post!!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.