Si estás leyendo este artículo, tanto si ya tienes una tarjeta revolving como si no, te damos los siguientes consejos:
1. Revisa la TAE de tu tarjeta:
La TAE, o Tasa Anual Equivalente, indica el coste efectivo de un producto financiero. Su valor incluye las comisiones bancarias, los gastos de cancelación o amortización y los gastos de la operación.
La TAE tiene en cuenta plazos, comisiones y proporciona una visión mucho más precisa y clara de cuánto puede costar el crédito que solicitemos. Basado en esto, podemos decir que la TAE es un índice útil para determinar si te están ofreciendo una buena oferta de tarjeta de crédito.
La mayoría de las veces la TAE se encuentra en las notas a pie de página del sitio web de tu banco, en el extracto de tu tarjeta, o en el contrato. Sin embargo es posible que tengas que solicitar esta información directamente al banco.
Siempre recuerda buscar la tarjeta con la TAE más baja.
2- Entender cuánto te va a costar pagar el total de tu deuda:
Si el pago del saldo se va a realizar en un plazo muy largo, algo que no recomendamos, debes informarte sobre el plazo de amortización previsto, es decir cuándo terminarás de pagar la deuda si no se modifica la cuota.
Si quieres saber cuánto tiempo vas a tardar en pagar tu deuda nuestro calculador te da esta información rápidamente, además de recomendarte una mejor opción, haciendo clic aquí.
2 commentarios
Iva Lighter · junio 2, 2020 a las 5:45 am
Simply a smiling visitant here to share the love (:, btw great style. “He profits most who serves best.” by Arthur F. Sheldon.
Nayeli · junio 3, 2021 a las 8:05 pm
Muy buen aporte. Gracias por compartirlo.