Como decíamos antes los ETFs y fondos indexados pertenecen ambos a la gestión pasiva, sin embargo difieren en funcionamiento. Tanto los ETFs como los fondos indexados se dedican a replicar índices bursátiles, pero lo hacen de forma distinta.
1- Los ETFs funcionan como las acciones, de manera que cotizan en abierto y se pueden comprar y vender en cualquier momento del día al precio que cotice en el mercado en ese momento, como una acción.
Con un fondo indexado también podrás comprar la orden en cualquier momento, pero la suscripción o reembolso se realizará al final del día según su valor liquidativo.
2- Las comisiones de los ETFs son más bajas que las de los fondos indexados, pero a cambio cada vez que realices un movimiento tendrás que pagar por él. Cada aportación periódica a un ETF tiene un coste, esto no ocurre con los fondos indexados.
3- Los ETFs son acciones y como tales las puedes contratar libremente en cualquier bróker que opere en el mercado en el que cotiza el ETF. Con los fondos indexados no ocurre lo mismo y muchas gestoras restringen su comercialización a determinadas entidades.
5- Con respecto a la fiscalidad en los fondos indexados, al tributar como fondos de inversión, cuando realizas un traspaso del fondo estarás exento de tributar. Como mencionabamos anteriormente los ETFs españoles tributan como acciones, de manera que tendrás que pagar impuestos cada vez que te deshagas de uno.
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¿Qué hago con mis inversiones en tiempos de coronavirus? - Ahorra con Arbor · marzo 31, 2020 a las 5:48 pm
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